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Luces y sombras de la navidad: ¿cómo nos afecta?
La llegada de diciembre trae consigo una mezcla de emociones para muchas personas. Mientras algunos esperan con entusiasmo la temporada navideña y la oportunidad de pasar tiempo con sus seres queridos, otros se sienten abrumados por la presión que conlleva.
El mes de diciembre marca el cierre de un año y el comienzo de otro, lo que naturalmente nos lleva a reflexionar sobre nuestros logros y desafíos. Para algunos, esto puede ser un ejercicio gratificante, pero para otros, puede generar estrés y ansiedad.
Las estadísticas son reveladoras: un sorprendente 52% de las personas informa un aumento general en sus niveles de estrés y ansiedad en los días previos a la Navidad. Este incremento puede atribuirse a múltiples factores.
Las compras de regalos, la planificación de comidas festivas, la decoración del hogar y otros preparativos pueden resultar agotadores. Además, la presión social de dar regalos costosos o realizar grandes celebraciones puede generar tensiones financieras significativas.
Los mediadores pueden provenir de diversas disciplinas, incluyendo el derecho, el trabajo social, la comunicación y la psicología. En el caso de los psicólogos mediadores, su formación y experiencia en el manejo de las emociones y las relaciones interpersonales les brinda una ventaja significativa en este campo.
La falta de ejercicio es otro componente relevante. Las bajas temperaturas y la tendencia a pasar más tiempo en casa durante el invierno pueden llevar a un estilo de vida más sedentario, lo que puede contribuir al aumento del estrés y la ansiedad.
La sobrealimentación es otro desafío común durante esta época del año, con banquetes y festines que pueden provocar malestar físico y emocional.
Uno de los aspectos más emotivos de la temporada navideña es la ausencia de seres queridos que ya no están con nosotros. La nostalgia y la tristeza por la pérdida de seres queridos pueden intensificarse en medio de las festividades, ya que recordamos momentos especiales compartidos en años anteriores.
Los expertos en salud mental sugieren varias estrategias para afrontar este período de manera más saludable. Encontrar un equilibrio es esencial: priorizar el autocuidado, dormir lo suficiente y hacer ejercicio regularmente pueden ayudar a reducir los niveles de estrés.
También es importante resistir la tentación de asumir compromisos sociales excesivos y ajustar nuestras expectativas. La perspectiva y la priorización de los compromisos pueden ayudarnos a disfrutar de las festividades sin sentirnos abrumados.