Blog
Familias
¿Por qué no debemos usar dispositivos móviles para tranquilizar o entretener a nuestros hijos?
El psicólogo José Moreno nos aconseja a los padres que evitemos utilizar dispositivos tecnológicos para regular las emociones de nuestros hijos, como una forma de entretenerlos o calmar su ira.
Esta recomendación se basa en una comprensión fundamental del desarrollo infantil: el cerebro y el cuerpo de un niño, especialmente en los primeros años de vida, necesitan experiencias físicas y contacto humano para desarrollarse adecuadamente. El uso excesivo de dispositivos tecnológicos puede limitar estas experiencias esenciales.
La investigación llevada a cabo por el CS Mott Children's Hospital de la Universidad de Michigan (EE.UU.) respalda esta idea. El estudio revela que los niños que dependen regularmente de dispositivos móviles, como teléfonos, tabletas o televisión, para calmarlos o entretenerlos, tienen más probabilidades de experimentar dificultades socioemocionales.
Este problema afecta de manera desproporcionada a las mujeres mayores, como lo evidencia la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística de 2017, que reportó que el 41,3% de las mujeres mayores de 85 años vivían solas, en comparación con el 21,9% de los hombres. Sin embargo, vivir solo no equivale necesariamente a sentirse solo.
La especialista en salud conductual infantil, Jenny Radesky, señala que cuanto menos control y frustración experimenten los padres con respecto al comportamiento de sus hijos, es más probable que recurran a dispositivos móviles para calmarlos. Pero, ¿por qué es problemático hacerlo de manera sistemática?
Refuerzo del Comportamiento: Dar un dispositivo móvil a un niño cada vez que llora o se enoja puede reforzar su comportamiento negativo. El niño puede aprender a utilizar la ira como una forma de conseguir lo que quiere en lugar de desarrollar habilidades para lidiar con la frustración de manera saludable.
Falta de Habilidades Emocionales: Cuando los niños recurren constantemente a dispositivos móviles para evitar enfrentar la decepción o el "No", no tienen la oportunidad de aprender a controlar sus emociones. Esto puede afectar negativamente su capacidad para lidiar con situaciones difíciles en el futuro.
Problemas de Salud: Pasar demasiado tiempo frente a las pantallas puede tener efectos adversos en la salud de los niños, incluida la posibilidad de desarrollar dependencia y aislamiento social. La falta de control en el uso de dispositivos tecnológicos, ya sean videojuegos o redes sociales, puede convertirse en un problema grave con el tiempo, a pesar de las consecuencias negativas.
En conclusión, la recomendación de no utilizar dispositivos móviles para tranquilizar a los niños se basa en una comprensión profunda del desarrollo infantil y en la evidencia que muestra que esto puede tener consecuencias negativas para su bienestar emocional y desarrollo social.
Establecer límites en la educación tecnológica es esencial, a pesar de los desafíos que presenta la penetración de la tecnología en la sociedad actual. Este enfoque puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades emocionales y sociales más saludables para el futuro.