1. Asimilación de la pérdida: En esta etapa, es común experimentar emociones como enfado, tristeza, ira, miedo y sorpresa. La negación suele estar presente, ya que tendemos a resistirnos a aceptar la realidad de la ruptura. En algunos casos, es posible caer en la humillación, haciendo esfuerzos desesperados para retener a la persona que se va.