¿Por qué tenemos miedo a sentir?
Fecha: 07/05/2023
Debemos abordar una cuestión fundamental en la experiencia humana: la dificultad para expresar y comprender nuestras emociones, así como el miedo asociado a ciertas emociones "negativas" como la tristeza. 
En general, no hemos sido educados o capacitados para lidiar con nuestras emociones de manera efectiva, lo que nos lleva a experimentar dificultades para expresar lo que sentimos y ser honestos con nosotros mismos.
Uno de los puntos clave es el contraste entre cómo la sociedad reacciona a una lesión física y a una manifestación emocional. Cuando alguien tiene una lesión física, como un esguince, se acepta y se comprende fácilmente. En cambio, cuando alguien expresa tristeza o malestar emocional, a menudo se enfrenta a falta de comprensión o incluso juicio por parte de los demás. Esta diferencia refleja la falta de valoración de la salud mental en comparación con la salud física.
No debemos olvidar la presión de la "falsa felicidad" que experimentamos a través de las redes sociales. En plataformas como Instagram, las personas tienden a mostrar una versión idealizada de sus vidas, llena de momentos felices y éxitos, lo que puede distorsionar nuestra percepción de la realidad y hacernos sentir presionados para mantener una apariencia constante de felicidad.
Tenemos derecho a sentir tristeza y otras emociones "negativas" como parte natural de la experiencia humana. La tristeza, al igual que otras emociones, desempeña un papel crucial en el equilibrio emocional y en la comprensión de la felicidad. Tememos enfrentar y expresar estas emociones negativas, y esto lleva a la construcción de lo que el psicólogo Leocadio Martín llama "muros emocionales", mecanismos de defensa que utilizamos para evitar el dolor emocional.
La introspección es esencial para reconocer y comprender nuestras emociones. Debemos ejercitar nuestra capacidad de autorreflexión para identificar cómo nos sentimos, aislamos esas emociones y aprendemos a gestionarlas. Cuando podemos sentir todas nuestras emociones, nuestras vidas adquieren significado y propósito. Evitar o reprimir nuestros sentimientos, en cambio, nos desconecta de nosotros mismos y de nuestra verdadera identidad.
Adriana Esteban Labelle