Enamorarse y estar en pareja es una experiencia gratificante, pero algunas relaciones pueden tener consecuencias negativas. Los anuptofóbicos, aquellos que sienten pánico a estar solteros, tienden a aferrarse de manera irracional a relaciones traumáticas.

Desde temprana edad, la sociedad nos ha inculcado la idea de que una vida plena implica casarse y tener hijos. Para muchas personas, estar soltero puede considerarse un fracaso, especialmente para las mujeres, quienes a menudo enfrentan mayores presiones sociales.

Estas pueden llegar a ser estigmatizantes y, si no se abordan adecuadamente, pueden desencadenar en trastornos de ansiedad grave. Las personas con anuptofobia suelen ser personas celosas y dependientes, con una autoestima muy baja, que valoran en exceso la opinión de los demás.

Este problema tiene su origen en la infancia, ya que los individuos que no han experimentado un cuidado y apoyo adecuados por parte de sus padres tienen un mayor riesgo de desarrollar esta fobia. La falta de apoyo social en la infancia puede llevar a adultos que temen profundamente el rechazo y evitan la soledad a toda costa.

Sin embargo, un exceso de protección por parte de los padres también puede contribuir a la dificultad para estar solo en la vida adulta. Es crucial que los padres cuenten con las herramientas necesarias para promover la inteligencia emocional a sus hijos.

Como cualquier fobia, los síntomas pueden variar en gravedad y manifestación de una persona a otra. Estos síntomas incluyen ansiedad extrema, ataques de pánico y otros síntomas relacionados con el miedo, como dificultad para respirar, taquicardia, sudoración excesiva y boca seca.

Superar este trastorno generalmente no es sencillo sin la ayuda de un psicólogo, y en este sentido, la Terapia Cognitivo Conductual resulta efectiva. La técnica de desensibilización sistemática es especialmente útil, ya que expone al paciente a las situaciones temidas de manera gradual, reduciendo las conductas de evitación y ayudando a enfrentar los miedos.